La práctica eficaz de adquisición de tecnología sanitaria contribuye a la seguridad, la prestación equitativa y la calidad de la atención sanitaria, y todas las partes implicadas se benefician.
el personal de adquisiciones se beneficiará de llevar a cabo sus tareas de manera transparente y responsable, de conformidad con las normas internacionalmente aceptadas. Los financiadores pueden estar seguros de que los productos son apropiados y se compran al precio correcto. Los profesionales de los servicios de salud obtienen equipos y herramientas de calidad y, lo que es más importante, los pacientes pueden beneficiarse de un tratamiento y una atención médica adecuados y eficaces.
La estrategia de compra consiste esencialmente en elaborar antes del acto de compra, la mayoría de las veces en forma de consulta, una serie de acciones que deberían permitir optimizar el tratamiento de la oferta y la demanda. Estas actuaciones atañen a todos los aspectos del expediente: definición de la necesidad técnica, respuesta a la solicitud sanitaria así como el cumplimiento normativo del expediente. Para elaborar la definición de necesidades se debe realizar un estudio de la oferta industrial. Para cada uno de los proyectos se invitó a los distintos potenciales proveedores a realizar presentaciones de su oferta así como visitas a terreno destinadas al personal de atención al usuario y servicio biomédico.
La definición de necesidades es un paso fundamental en la preparación para la compra. La redacción de las especificaciones, paso obligado para la realización de la consulta, impone una reflexión de los diversos actores sobre el interés de tal o cual servicio. Esta definición de necesidades se realizó con la participación de médicos, directivos y personal de enfermería o médico-técnico de forma totalmente convencional.
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